Denunciaron la prostitución en Mendoza en una muestra
En la exposición “Ninguna mujer nace para puta”, Ammar pidió que se deroguen los artículos 54 y 55 de Código de Faltas.
“Acá las mujeres en situación de prostitución pasan detenidas entre 20 y 30 días. El mes pasado vine y me encontré que la alcaidía estaba llena”, denunció Mimí, representante de Ammar Federal Mendoza, asociación de meretrices del país. De allí que, en el marco de la muestra migrante “Ninguna mujer nace para puta”, esta organización pidió públicamente la derogación de los artículos 54 y 55 del Código de Faltas.
Este código data de 1965 y son justamente estos artículos los que siguen dándole vida a una normativa que vulnera aún más los derechos de estas mujeres (ver aparte). En octubre de 2006, los travestis de Mendoza hicieron realidad la derogación del artículo 80 de este código, que permitía que se los llevaran presos por “simulación de sexo”.
“El objetivo -explicó Mimí- es la visibilización de la prostitución. No se está cumpliendo con los tratados firmados, como el Pacto de San José de Costa Rica”, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención de los Derechos del Niño/a, que tienen rango constitucional desde la reforma de 1994.
Según un estudio de la OIM realizado en 2006, Mendoza es lugar de destino y de traspaso de mujeres hacia Chile, dentro de este millonario negocio del crimen internacional organizado.
Esta muestra ya había tenido lugar en el Centro Cultural Borges, donde estuvo cerca de dos meses y, también, en distintas plazas de Buenos Aires: Once, Constitución y Flores. Esta vez, se trajo a Mendoza de la mano de Ammar Capital, Las Juanas y las Otras, Vete Destino y La Zorra Manda.
“Desde nuestra organización el objetivo es empoderar a las mujeres en situación de prostitución para que puedan hacer cumplir sus derechos. Estamos juntando firmas con el Inadi para derogar los artículos 54 y 55”, aclaró Mimí. Este código castiga a la mujer prostituida pero no al prostituyente.
A su vez, piden que se cambie la ley para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas. Para esta ley, las mujeres mayores de 18 años deben probar que fueron víctimas de trata, por lo que presupone que existe consentimiento de su parte para ser explotadas.
Cualquiera es vulnerable
“Ninguna mujer...” graficó a través de instalaciones, fotografías, afiches y videos, la realidad de las mujeres en situación de prostitución. Gigantografías de mujeres encadenadas, una cama en la que yacía una mujer sometida, almohadas que reflejaban diálogos con los clientes, fotos e historias de mujeres desaparecidas en democracia, afiches explicativos, formaron la exposición que fue complementada con la proyección de videos.
Tras estas proyecciones se desató un debate en el que surgieron dudas desde cómo proteger a los hijos de caer en una red de trata hasta si las mujeres mayores de edad en situación de prostitución eligen estar donde están. “¿Cómo podemos prevenir los padres que esto no pase a nuestros hijos?”, preguntó una mujer. La inquietud se desprendió porque en el video se mostraba a chicas que habían sido engañadas o secuestradas.
Otra mujer hizo referencia a una charla que había tenido con una prostituta: “Ella decía que lo hacía porque quería”, comentó. A lo que contestaron que las mujeres que son víctimas de redes no denuncian por temor y porque, a su vez, les faltan recursos para hacerlo.
“La educación es la mejor herramienta. Debemos incrementar la autonomía de las niñas para que puedan distinguir entre el cariño y el abuso”, comentó Rosana Rodríguez, del público.
Desde Ammar Capital consideran que el pedido de reglamentación de la prostitución es inconstitucional: “La determinación de zonas rojas o mandar a lugares cerrados la actividad sólo propicia mayor explotación, abuso y violencia”. Denuncian la complicidad de los clientes, de los distintos poderes, de los medios de comunicación que ofrecen mujeres como mercancía y los hoteles que permiten que sus clientes lleven a menores de edad o les dan un “menú” con mujeres mayores de edad.
Diario Los Andes, Jueves, 10 de julio de 2008
Este código data de 1965 y son justamente estos artículos los que siguen dándole vida a una normativa que vulnera aún más los derechos de estas mujeres (ver aparte). En octubre de 2006, los travestis de Mendoza hicieron realidad la derogación del artículo 80 de este código, que permitía que se los llevaran presos por “simulación de sexo”.
“El objetivo -explicó Mimí- es la visibilización de la prostitución. No se está cumpliendo con los tratados firmados, como el Pacto de San José de Costa Rica”, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención de los Derechos del Niño/a, que tienen rango constitucional desde la reforma de 1994.
Según un estudio de la OIM realizado en 2006, Mendoza es lugar de destino y de traspaso de mujeres hacia Chile, dentro de este millonario negocio del crimen internacional organizado.
Esta muestra ya había tenido lugar en el Centro Cultural Borges, donde estuvo cerca de dos meses y, también, en distintas plazas de Buenos Aires: Once, Constitución y Flores. Esta vez, se trajo a Mendoza de la mano de Ammar Capital, Las Juanas y las Otras, Vete Destino y La Zorra Manda.
“Desde nuestra organización el objetivo es empoderar a las mujeres en situación de prostitución para que puedan hacer cumplir sus derechos. Estamos juntando firmas con el Inadi para derogar los artículos 54 y 55”, aclaró Mimí. Este código castiga a la mujer prostituida pero no al prostituyente.
A su vez, piden que se cambie la ley para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas. Para esta ley, las mujeres mayores de 18 años deben probar que fueron víctimas de trata, por lo que presupone que existe consentimiento de su parte para ser explotadas.
Cualquiera es vulnerable
“Ninguna mujer...” graficó a través de instalaciones, fotografías, afiches y videos, la realidad de las mujeres en situación de prostitución. Gigantografías de mujeres encadenadas, una cama en la que yacía una mujer sometida, almohadas que reflejaban diálogos con los clientes, fotos e historias de mujeres desaparecidas en democracia, afiches explicativos, formaron la exposición que fue complementada con la proyección de videos.
Tras estas proyecciones se desató un debate en el que surgieron dudas desde cómo proteger a los hijos de caer en una red de trata hasta si las mujeres mayores de edad en situación de prostitución eligen estar donde están. “¿Cómo podemos prevenir los padres que esto no pase a nuestros hijos?”, preguntó una mujer. La inquietud se desprendió porque en el video se mostraba a chicas que habían sido engañadas o secuestradas.
Otra mujer hizo referencia a una charla que había tenido con una prostituta: “Ella decía que lo hacía porque quería”, comentó. A lo que contestaron que las mujeres que son víctimas de redes no denuncian por temor y porque, a su vez, les faltan recursos para hacerlo.
“La educación es la mejor herramienta. Debemos incrementar la autonomía de las niñas para que puedan distinguir entre el cariño y el abuso”, comentó Rosana Rodríguez, del público.
Desde Ammar Capital consideran que el pedido de reglamentación de la prostitución es inconstitucional: “La determinación de zonas rojas o mandar a lugares cerrados la actividad sólo propicia mayor explotación, abuso y violencia”. Denuncian la complicidad de los clientes, de los distintos poderes, de los medios de comunicación que ofrecen mujeres como mercancía y los hoteles que permiten que sus clientes lleven a menores de edad o les dan un “menú” con mujeres mayores de edad.
Diario Los Andes, Jueves, 10 de julio de 2008
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